Pompeya, o el histórico Lupanar.

Parece ser que los turistas que visitan Pompeya están tan interesados en los restos carbonizados de los seres humanos que fueron sorprendidos por la terrible erupción del Vesúbio como por los restos de iconografía erótico pornográfica que adornaba los prostíbulos de Pompeya.

Era costumbre marcar con un símbolo en las paredes la ubicación de los prostíbulos, así no había posible confusión. Como podéis observar en la fotografía se trata de un bonito pene con sus dos redondos compañeros.

Así mismo, por las calles y a modo de indicación de dirección se grababan en el suelo falos tal y como podéis observar, mostrando la dirección correcta hacia el lupanar, nadie se perdía.
Esta es la moderna reconstrucción de uno de los múltiples prostíbulos que existieron en Pompeya.

Normalmente su distribución era simple, un vestíbulo del que partían diversas celdas donde se practicaba la prostitución. Me llama la atención que, como podéis observar las camas son de piedra, y se cubrían con colchones de paja. ¡Ah!, y no faltaba la letrina.

Normalmente, y con más o menos arte, las celdas estaban decoradas con frescos murales de temática “porno erótico festiva”, recreando diversas posturas para fornicar, a modo de camasutra romano o para entonar al visitante. En realidad los frescos que hay a las entradas de los 'reservados' indican la postura a realizar, ya que en muchos casos, la gente que llegaba al lugar no hablaba el idioma latino. Asi, solo esperando en la habitacion adecuada, tenias lo que ibas a buscar.

Como podéis observar, todo vale, el concepto del sexo que tenían los romanos dista mucho del que tenemos ahora. Y es lo suficientemente extenso como para hablar de ello otro día.