En este blog se pretende promover una vida de continuo placer como clave para la felicidad.
Para ello hay que ser lo suficientemente inteligente para darnos cuenta de nuestras limitaciones y habilidades para experimentar el placer en cualquier momento y situación. Es una actitud ante la vida, y no todo el mundo está dispuesto a intentarlo.
Normalmente entendemos el placer como algo que nos excita los sentidos, cualquiera de los sentidos. También se puede concebir como la ausencia de dolor y/o aflicción (hambre, dolor físico, tensión sexual, aburrimiento…) el proceso de eliminar los problemas nos provoca placeres sensuales. Sin embargo, el proceso solo es un medio para conseguir un fin: la satisfacción. Ojo, si consideramos el proceso como un fin en si mismo caeremos en la ansiedad de la adicción, por ello aplica la máxima de “relájate y disfruta”.
Los deseos (que nos producen placer) se pueden clasificar en:
1.- Naturales y necesarios: son las necesidades físicas básicas—principal entre ellas está la alimentación, la salud, el abrigo y el sentido de seguridad.
2.- Naturales e innecesarios: son la gratificación sexual, la conversación placentera, las artes, los deportes, los viajes, …
3.- Innaturales e innecesarios: La fama, el poder político, la riqueza extraordinaria y otras ambiciones que conllevan los atavíos del prestigio.
Para ser felices, yo creo que deberíamos intentar satisfacer los deseos necesarios de la forma más económica posible. Esto nos dará libertad y recursos para explorar la gran variedad de deseos "naturales e innecesarios", y por último evitar totalmente los deseos “naturales e innecesarios”.
Es decir, una dieta sencilla y nutritiva, y un hogar modesto nos satisfacen el hambre la salud y nos proveen de bienestar físico y seguridad. Un@s buenos amigos que te ayuden en tiempos malos, y mente abierta e inquieta que estudie continuamente y rechace los absurdos y las supersticiones, nos ayudarán en nuestro sentido de la seguridad. A partir de aquí, a disfrutar de los placeres mundanos, sin arriesgar la salud, las amistades y/o las finanzas.
Respecto a los deseos "innaturales e innecesarios", hay que evitarlos por completo. Este placer es demasiado efímero para ser digno de nuestra persecución. La fama; aunque duren sólo quince minutos luego puede que tengamos que soportar a los cazadores de noticias por un larguísimo tiempo. El poder político atrae a usurpadores y asesinos; la riqueza opulenta atrae a ladrones y aprovechados, "¡Vive en el anonimato!".
Para ello hay que ser lo suficientemente inteligente para darnos cuenta de nuestras limitaciones y habilidades para experimentar el placer en cualquier momento y situación. Es una actitud ante la vida, y no todo el mundo está dispuesto a intentarlo.
Normalmente entendemos el placer como algo que nos excita los sentidos, cualquiera de los sentidos. También se puede concebir como la ausencia de dolor y/o aflicción (hambre, dolor físico, tensión sexual, aburrimiento…) el proceso de eliminar los problemas nos provoca placeres sensuales. Sin embargo, el proceso solo es un medio para conseguir un fin: la satisfacción. Ojo, si consideramos el proceso como un fin en si mismo caeremos en la ansiedad de la adicción, por ello aplica la máxima de “relájate y disfruta”.
Los deseos (que nos producen placer) se pueden clasificar en:
1.- Naturales y necesarios: son las necesidades físicas básicas—principal entre ellas está la alimentación, la salud, el abrigo y el sentido de seguridad.
2.- Naturales e innecesarios: son la gratificación sexual, la conversación placentera, las artes, los deportes, los viajes, …
3.- Innaturales e innecesarios: La fama, el poder político, la riqueza extraordinaria y otras ambiciones que conllevan los atavíos del prestigio.
Para ser felices, yo creo que deberíamos intentar satisfacer los deseos necesarios de la forma más económica posible. Esto nos dará libertad y recursos para explorar la gran variedad de deseos "naturales e innecesarios", y por último evitar totalmente los deseos “naturales e innecesarios”.
Es decir, una dieta sencilla y nutritiva, y un hogar modesto nos satisfacen el hambre la salud y nos proveen de bienestar físico y seguridad. Un@s buenos amigos que te ayuden en tiempos malos, y mente abierta e inquieta que estudie continuamente y rechace los absurdos y las supersticiones, nos ayudarán en nuestro sentido de la seguridad. A partir de aquí, a disfrutar de los placeres mundanos, sin arriesgar la salud, las amistades y/o las finanzas.
Respecto a los deseos "innaturales e innecesarios", hay que evitarlos por completo. Este placer es demasiado efímero para ser digno de nuestra persecución. La fama; aunque duren sólo quince minutos luego puede que tengamos que soportar a los cazadores de noticias por un larguísimo tiempo. El poder político atrae a usurpadores y asesinos; la riqueza opulenta atrae a ladrones y aprovechados, "¡Vive en el anonimato!".
Fotografía: Martin Kovalik
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