ME GUSTA...

Me gusta tanto como a tí... Juguemos a disfrutar del placer por el placer. ¿Qué es lo que más te gusta?, ¿Dónde te gusta?, ¿Cómo?. Algunas ideas para.... (Mayores de 18 años.)

lunes, 10 de marzo de 2008

DURMIENDO. De la serie: RELATOS

Paso hacia la cocina y te veo dormir en el sofá, bajo la ventana.

Estas tumbada de lado hacia el respaldo y tus glúteos se muestran desafiantes. Sus curvas son perfectas y me llaman a contemplarlas. Cuando me acerco, descubro que mi mano se ha posado sobre el muslo y describe poco a poco la parábola que forma tu costado. Primero ascendente, luego descendente, hasta acabar sobre tu cintura.

No te mueves, pero juraría que has sonreído.

Me gusta la fuerza de tu cuerpo, tan serena. Me he arrodillo observándote. Me animo y sigo el contorno de tu cuerpo hasta el hombro. He rozado tu seno y te has girado, aun dormida, hacia arriba. Ahora tus pechos se muestran desafiantes bajo el pijama. No lo resisto y deslizo mi mano sobre ellos. Paso por el primer pezón y apenas lo noto. Llego al segundo y tropiezo con su turgencia.

Ahora estoy seguro, sonríes.

Mis manos están calientes y decido probar suerte. Poco que perder, mucho que ganar. Paso la mano bajo la camisola y poso las yemas de los dedos sobre uno los pechos. Lo muevo despacio, en círculos, muy suavemente. Levanto el pijama y dejo el otro pecho al descubierto. Lo beso. Lo saboreo.

Gimes, pero sigues dormida.

Sigo acariciando un pecho y ahora chupo lascivamente el otro. Deseo que te despiertes, Pero no lo haces. Tu respiración sube en sonoridad y velocidad. Cuando acelero los movimientos de mis dedos y mi lengua, tu cabeza se eleva. Cuando los ralentizo, baja y gimes pidiendo más. En pleno frenesí detecto un leve movimiento de tus piernas. Se han entreabierto un poco. Dejo de tocar tu seno y deslizo suavemente la mano sobre tu vientre hasta el principio de tu muslo.

Un leve jadeo, de desánimo.

Mi pene ha tropezado con el sillón. Esta duro. Mi lengua vuelve a dar vueltas a tu pezón, suave pero firme. Pareces animarte. Tus labios están húmedos. Mi mano se desliza suavemente hacia tu sexo. Lo rozo y sigo camino hacia el otro muslo. Abres más las piernas. Repito la operación en sentido contrario y al dejar atrás el pubis exhalas aire.

Jadeas, no te gusta que me vaya. Pareces dormida.

Meto la mano bajo el pantalón y toco el vello. Tus piernas se abren hasta apoyar un pie en la alfombra. Llego a tu sexo y esta muy húmedo. No pierdo el tiempo. Deslizo mi dedo índice sobre la vulva. Arriba y abajo. Una y otra vez, suavemente. Mi boca esta ahora lamiendo tu estomago. Mi mano restante acaricia el seno olvidado. Sin quererlo el dedo se ha introducido en tu vagina.

Has gemido, de placer. Tus ojos siguen cerrados.

Acaricio suavemente su interior, lo froto de fuera a dentro, lentamente. Si darme cuenta he pellizcado tu pezón al mismo tiempo que introducía el dedo. Has abierto la boca. Respiras profundamente y siento que mi pene va explotar. Miro hacia abajo sin dejar de frotar tus senos y veo que tienes lo tienes cogido con la mano. Comienzas a moverla al mismo ritmo que mi dedo pasa de tu clítoris hacia tu interior. Despacio primero, rápido después. Y vuelta a comenzar.

Obtengo un soplido por repuesta. Sigues sin abrir los ojos.

Al poco, Cuando saco mi dedo y lo apoyo sobre los labios de tu vagina. Comienzo a darle vuelta lentamente, suavemente. Tu mano se ha parado y aprieta fuertemente. Voy dándole velocidad poco a poco. He dejado tu estomago. Introduzco el dedo dando pequeñas vueltas sobre los labios y froto la tu sexo. Con firmeza. Sigo moviéndolo mientras mi lengua llega sobre el clítoris y lo chupo, lo beso, lo agito. Ya no coges mi polla. Aprietas el sofá. Yo aprieto tus tetas.

Soplas cada vez más rápido, más fuerte. Sigues…dormida?

De repente levantas las piernas, y subes el pantalón hasta las rodillas. Te giras y muestras tu culo coronado con tu carnoso sexo. No lo pienso, me pongo de pie y apoyando mi vientre sobre tus glúteos, meto mi sexo en el tuyo. Entra tan suave que estoy a punto de explotar. Me controlo. Tú gimes contra el lateral del sofá. Con descaro. Comienzo pasear las manos sobre el contorno de tu cuerpo mientras entro y salgo. Despacio. Durante unos momentos interminables. Me gusta.

Ahora de tu voz es entrecortada. Sigues con los ojos cerrados.

Apoyas los en un respaldo y consigues aprisionarme contra el otro. Te mueves hacia los lados, de arriba a bajo, de adelante hacia atrás cada vez más rápido mientras mi pene disfruta de una oleada de placer y tu no paras de gemir. De repente ya no vas rápido. Vas muy prisa. Noto como tus piernas se van cerrando y los músculos de tus muslos se ponen tiesos. Exploto. Tú también, mientras levantas tu culo hasta alturas insospechadas. Te mantienes así unos segundos. Apretándome cada vez más.

Gimes. No dices nada y no puedo verte la cara.

Retiras tu culo de mí y te pones los pantalones mientras me levanto. Te giras hacia mí. Recoges las piernas y juntas los brazos. Sigues con los ojos cerrados. Respiras pausadamente con una leve sonrisa en tu boca.

Sigo de pie, mirándote en al sofá. Iba a la cocina. Miro mis pantalones y están manchados. Estas tumbada de lado hacia mí. Durmiendo. Me acerco y te tapo con una manta.

Anoche a las 1:00 h.

Mi amante.

Durmiendo. - Gustavo Reyes.

P.D.: Muchas gracias a S.C.C. por su inestimable ayuda.

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