ME GUSTA...
lunes, 23 de junio de 2008
Sin perdón.
sábado, 21 de junio de 2008
Nosotras somo así.
Manolo: ¡Cariño!, ¡que sea la última vez que coges mi coche sin avisarme!. Te has llevado mi maletín con los informes que tenía que presentar hoy.
Pepita: Vale, eso te pasa por comprar dos coches iguales. ¿A quién se le ocurre?
M: Mujer, así el descuento era muy bueno.
P: Ya, pero hombre, ¿hasta del mismo color tenían que ser?
M: ¡Sólo tenías que fijarte un poquito¡
P: Vale, no me chilles, no te preocupes que no volverá a pasar.
…
…
…
P: ¡Manolo!, ¡ya está!, he pintado los coches y ahora seguro que no nos equivocamos.
viernes, 20 de junio de 2008
La vulva revelada.
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jueves, 19 de junio de 2008
Madre no hay mas que una.
Ojalá las madres fueran así. Otro gallo nos cantaría.
martes, 17 de junio de 2008
“…tratar de hacer del Acto del Amor una Obra de Arte".

Mientras se mesaba suavemente su larga y blanca barba, el Maestro respondió:
“Occidente vive el sexo como descarga, como alivio, como explosión, nunca como implosión, la gente lo compara inconscientemente con las funciones excretorias, como algo que tiene que ‘salir’ urgentemente del cuerpo, algo para sacar, para mandar rápido afuera y así aliviarse”.
La ventana estaba abierta y se olía el fresco de la tarde y el rumor del agua allá a lo lejos.
“Para el Tantra la sexualidad es un éxtasis posible. ¡Nada que ver con algo que hay que expulsar! En tal caso es como liberarse de un Hechizo... ¡el Hechizo del Sexo! Es una forma de recargarse, de llenarse de energía, a través del juego de las polaridades Yin//Yang, de las fuerzas masculinas y femeninas que tienden a unirse, a potenciarse, a enriquecerse”.

“No entiendo Maestro’’ -dijo la Discípula Alegre- “¿cómo es eso de la "urgencia" por salir?’’.
“Fíjate en las películas, auténticos manuales del Sexo para los jóvenes, -respondió el Anciano con voz clara y pausada- verdaderos Constructos de fantasías sexuales. Allí el varón aparece siempre como desesperado, ansioso de entablar una introducción de inmediato y cuando la mujer está dispuesta se muestra igual que él’’.
“Uno se abalanza encima del otro, se desgarran las ropas, apuran la penetración, con una respiración entrecortada, anhelante, ruidosa....Hacen el amor como en una pelea, sobre la mesa de la cocina.... Eso es para ellos lo que es bueno. Eso es lo que llaman Amor. No hay espera, no hay casi caricias. No se respeta el ritual. No hay Juego Sagrado -y con una voz especial agregó-: No hay Humor, que está tan cerca del Amor, y entonces todo acaba rápidamente y viene la tristeza y la depresión”.

El Maestro hizo una pausa y apoyó la mano sobre un libro:
“El líquido seminal es lo que urge por salir y rápidamente el Deseo desaparece. Triunfa el Impulso a la Reproducción por sobre una actitud más contemplativa del Goce. Así el varón pierde la energía sexual ya desde joven y la mujer, como vemos, guarda una actitud recelosa ante el sexo’’.
“Entonces-dijo la Bella Joven- ¿no hay que apurar la salida de las materias sexuales?”.
“¡Claro que no!–dijo el Maestro- los líquidos sexuales son energía pura, lo que los científicos hoy llaman Genoma Humano es un trozo de materia-energía vibrante: una cadena informática, sobred

“Mi amado tiene 40 años y me hace el amor sólo los sábados, una vez por semana, ¿hay algo más doloroso que eso para una mujer?’’-dijo la Joven Discípula-
“Si le trasmites las enseñanzas del Tantra y del Tao del Sexo pronto lo verás relinchar como un potro en la verde pradera de Primavera y tú misma te sentirás transportada a los Espacios del Goce’’.
Y mientras sonreía tiernamente, el Maestro agregó:
“Dile que el acto del Amor requiere un re-aprendizaje completo tanto para el Varón como para la Mujer. Así el Tallo de Jade se levantará siempre fuerte y las Puertas de Seda serán siempre aterciopeladas para él”.
“Maestro...tus palabras me llenan de alegría... ¿es esto una Religión?, ¿es una ciencia?’’.
“Ni lo uno ni lo otro” -aclarándose la garganta prosiguió-: “Lo que la Ciencia Occidental -la Sexología Moderna- descubrió hace apenas 50 años se venía practicando en China y la India desde hace milenios, era la manera de preservar la Juventud ante el paso del Tiempo, una Disciplina reservada a los Sabios y a los reyes, los juegos preliminares, el control de la eyaculación para ev

“Hoy hay cientos de sitios en Internet sobre Sexología y Tantra, algunos muy buenos, cualquier persona interesada puede acceder muy fácilmente’’.
“En resumen: la Ciencia ayuda pero en el fondo es tratar de hacer del Acto del Amor -de todos y de cada uno- una Obra de Arte. No se trata de rehuir el orgasmo para siempre si no de postergarlo para aumentar el Espacio del Goce’’.
“Tu enseñanza me devuelve la esperanza -murmuró la Discípula Alegre- dime algo más específico sobre las mujeres!”.
“La mujer, aun siendo poliorgásmica, tiene abiertas las puertas del Yoga del Sexo, si lo prueba nunca más vuelve al orgasmia indiscriminada, su carácter mejora, recupera la Juventud y luce más bella que nunca, las hormonas que produce no se pierden por su orina sino que se mantienen en sangre y eso alegra su carácter, evita la menopausia dolorosa y se siente productiva y excitada todo el tiempo’’.
“Maestro...Maestro... -Discípula Alegre movió incrédula su cabeza y unos mechones le taparon por un momento la mirada brillante: ¿De qué vivirán los sexólogos y los psicólogos si todo el mundo practicara el Tantra y el Tao del Sexo...?”.

Sonriendo imperturbable el Anciano hizo un gesto vago con la mano:
“Los desafíos que viven los sexólogos y psicólogos de nuestros días son inquietantes: su ciencia toda se moviliza ante el Viagra, la apomorfina (Uprima), el tadalafil (Cialis), el vardenadil (Levitra), la ocitocina como afrodisíaco femenino, la clonación que vino para quedarse...’’
“Pero no perdamos la Esperanza: en Internet hay algunos que se están replanteando los fundamentos y vuelven a las fuentes en busca de verdades y hacen de su vida personal un aprendizaje perpetuo, no se fosilizan sino que el Tao les enseña a ser flexibles como el bambú con el viento en la tormenta”.
La noche volcaba su tinta mansamente en la estancia donde platicaban, el Maestro encendió una vela y se hundió en una meditación profunda, la luz tenue iluminaba su rostro y jugaba prendiendo y apagando sus facciones. Discípula Alegre se marchó sin hacer ruido pensando en...
Lic. Norberto Litvinoff -Psicólogo y Sociólogo
Fuente: http://www.sexovida.com/arte/tantrica.htm
¡Me has puesto burro!
Ahora entiendo perfectamente la expresión. Y lo siento por la chica del vídeo. La verdad es que ir a tomar el sol a playas vírgenes tiene algún que otro problema. No se muy bien cómo me sentiria yo. Excitar así a un burro no se si quiere decir que estás muy buena, o mas bien al contrario. Os lo dejo a vuestra consideración.
lunes, 16 de junio de 2008
domingo, 15 de junio de 2008
Erotismo obsesivo. Alucinando con el sexo.

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Fue uno de los alumnos aventajados de Gustav Klimt y junto con Oskar Kokoschka conforman lo que se conoce por expresionismo austríaco.




Lo que hay que ver... 2
sábado, 14 de junio de 2008
Lo que hay que ver... 1
Está bien, yo entiendo lo que es y supone un calentón, un ... "aquí te pillo aquí te mato", un... "es que no tengo piso y mis padres están en casa",... pero esto no lo entiendo:











Mempo Giardinelli - Puro erotismo (fragmento)
viernes, 13 de junio de 2008
jueves, 12 de junio de 2008
La regresión. De la serie: La historia de Zoe - 4
Compró ropa mucho más alegre que los a monótonos pantalones y suéteres de siempre. Faldas de vuelo coloridas, faldas cortas, vestidos escotados. Todo parecía darle una apariencia juvenil, desenfadada. Y desde luego a ella le agradaba que los hombres se fijaran en ella al pasar a su lado. Le gustaba provocar y ser el centro de atención.
Cuando se puso esa falda larga de tela casi vaporosa y la camiseta estilo ibicenco pensó que pasaría algo de frío. Todavía era Mayo. Sin embargo el clima era benigno y la única molestia de las suaves brisas las producían sus pezones cuando intentaban atravesar la tela de la camisa.
Cuando subió al coche para ir a comer, tuvo que subirse la falda para que al sentarse no le molestase el vuelo con los pedales. Tenía el coche aparcado en batería en una calle aun a medio urbanizar, donde era relativamente fácil estacionar el auto. Quedaba un poco lejos de la inmobiliaria pero no le importaba caminar. Fue al llevar las llaves al contacto, cuando percibió que la observaban. Vio que un joven musculoso apoyado el un pilar del entresuelo del edificio en construcción frente al coche, la miraba sin pudor. Aquel hombre no apartaba la vista de las piernas de Zoe mientras daba buena cuenta de una manzana, sin duda el postre de su comida. No sabía si era lascivia lo que aquella actitud pretendía mostrar, pero a ella le gustó. Para jugar un poco, abrió las piernas y dejo ver su exiguo tanga blanco al obrero. Este se puso tenso y tiro la manzana al suelo.
Para alegrar un poco más la cosa, Zoe comenzó a pasar sus dedos cerca de las braguitas abriendo y cerrando las piernas lentamente. El joven cambió de sitio algo en la entrepierna, que sin duda comenzaba a molestarle. Decidió darle una pequeña vuelta de tuerca y comenzó a acariciarse los senos. Sin querer uno de sus dedos arrastro un pezón más de lo que esperaba y entonces se dio cuenta que la situación la estaba encendiendo. Le gustaba y decidió que seguiría adelante a ver a donde llegaba. Quería saber si era capaz de hacer sentir deseo a aquel hombre y de paso, ver hasta donde podía llegar ella con un desconocido observándola.
Zoe apartó la tela del tanga y apoyó la pierna en el asiento de al lado al tiempo que tiraba de la palanca bajo el asiento para moverlo hacia atrás. Deslizó el dedo hacia el clítoris pero se introdujo en su vagina casi por error. Hasta ese momento no se había percatado de lo húmeda que estaba. Dio un leve respingo mientras sonreía. El obrero que la miraba con los ojos abiertos, abrió la bragueta de su pantalón de camuflaje y sacó su hinchado pene. Era grande, pese a no estar en su máximo apogeo. Zoe comenzó a excitar el clítoris abriendo las piernas hasta donde la forzada posición le permitía.
Miró al Joven que estaba moviendo la mano adelante y atrás abrazada a su pene, ahora sí completamente erecto. Se sacó un pecho y empezó a pellizcarse pensando además, que su cara debía tener una exagerada expresión de lujuria. Eso le estaba gustando y creía que podría llegar al climax sin problemas. Así que se puso a ello.
Introdujo dos dedos en su sexo y busco lentamente la zona que más placer le proporcionaba. Comenzó a palparla, al principio con temor, aunque pronto la movía con ardor. Cerró los ojos y buscó en el repetitivo movimiento de su mano que su cuerpo subiera de temperatura. Estaba comenzando a llegar al orgasmo y dos apretones en los pezones la acompañaron mientras sus dedos amartillaban el empujón final. Se había corrido suavemente y esperaba al abrir los ojos que el hombre de la obra hubiera hecho lo mismo. Pero cuando lo busco junto aquel pilar no lo encontró.
Un leve movimiento por el rabillo del ojo hizo que girase la cabeza. Frente a la ventanilla un gran pene le apuntaba. El joven se encontraba a una prudencial distancia del coche y no intentaba acercarse. Se encontraba inmóvil. Era evidente que Zoe debía decidir el siguiente movimiento.
Su primer pensamiento pasó por cerrar los seguros, arrancar el coche y largarse de estampida. Pero estaba tan caliente que no podía quitar la vista de aquel miembro. Durante todo el proceso anterior no recordaba haber visto pasar a nadie por la calle, y si alguien lo había hecho no se había percatado de nada. Lentamente abrió la puerta y sacó las piernas fuera, quedándose sentada en el asiento del piloto. Se quito el tanga algo molesta por la falda y lo dejó en el asiento delantero, al tiempo que cogía su bolso y lo dejaba sobre el salpicadero frente al volante.
Solo entonces el joven se acercó hasta ponerse entre las piernas dejando su miembro a escasos centímetros de su cara. Zoe paso la lengua por sus manos y asió aquella maravilla con sus manos. Era grande, no muy bonita, pero estaba caliente y dura. Comenzó a masturbarle recreándose en la faena. Zoe pensaba que si la cosa no le gustaba tenía la suficiente experiencia como para hacer que aquel tipo acabara el partido rápidamente. Sin embargo notó como disfrutaba tanto como él y cuando notaba que comenzaba a excitarse más de lo debido paraba el ritmo para relajarlo. Sin darse cuenta había sacado de su bolso un preservativo y lo abrió con la boca sin dejar de masajearle con la otra mano.
Le colocó el condón a duras penas y hasta donde pudo. Sin salir del coche, se giró y apoyó una rodilla en el asiento dejando una pierna en el suelo lo más abierta y estirada que pudo, dejando solo de cintura para abajo fuera del coche. Zoe noto como le levantaba la falda y la posaba sobre la espalda, dejando su culo a expensas del Joven. Escucho como se escupía en la mano y le frotaba la vulva bastamente hasta que le metió un dedo hasta los nudillos en su vagina y lo movió recorriendo todo su interior ásperamente. Su mente pensaba que aquel tipo era un animal. Su cuerpo se convulsionó deseando que fuera un animal. Y no le decepciono.
El obrero quitó sus dedos cuando pensó que ya podía atacar aquel precioso bombón y le metió lentamente la punta de su miembro. Poco a poco Zoe notaba como iba entrando y a cada centímetro que la invadía, su gozo aumentaba más. Una par de veces notó como movía lentamente atrás y adelante el pene hasta que se escucho ella misma gemir de placer. Eso fue el detonante. Zoe sentía como el joven empezó a moverse cada vez más rápido a medida que ella movía su culo más rápidamente. Aquel movimiento la estaba volviendo loca y le obligo a aferrarse al cambio de marchas para no salir por la otra puerta, mientras el hombre se sujetaba al coche como podía. Pronto sintió como aquella polla se endurecía mas y las sacudidas eran mas lentas pero más profundas lo que estaba haciendo gritar a Zoe que ya había tenido un orgasmo que se amplificó hasta la gloría cuando el obrero se corrió con un movimiento tan fuerte que la mantuvo en el aire durante unos largos instante mientras se apretaba contra su culo que iba de un lado a otro.
Pese a que apenas podía moverse y las piernas le temblaban, Zoe se dio la vuelta y se sentó en el coche. Sin mirar al hombre, buscó las llaves, arrancó y cerró la puerta. Hizo marcha atrás y al ir a cambiar la marcha, se atrevió a mirar al obrero. Permanecía en el mismo lugar donde lo había visto frente a la ventanilla. Con la cremallera ya subida la miraba con la misma expresión que tenía al comerse la manzana. Al fin y al cabo eso había sido, ¿No?...

miércoles, 11 de junio de 2008
martes, 10 de junio de 2008
Pompeya, o el histórico Lupanar.










